Aunque a día de hoy los sistemas de saneamiento de los hogares y la fontanería se consideren como un elemento fundamental para proveer de calidad de vida los diferentes territorios, la fontanería no nació como tal hasta los tiempos de la Antigua Roma.
En el Imperio Romano ya se construían acueductos de piedra para conducir el agua hasta las ciudades, los palacios, los baños, y como no, las cloacas, para eliminar el agua una vez usada, aguas fecales en muchas ocasiones.
Pese a los avances de la Roma Clásica y el tratamiento del agua tan avanzado que tuvieron otras civilizaciones, como los musulmanes en Al Ándalus, el inicio de la fontanería moderna se establece a finales del siglo XIX, relativamente pronto, con el uso de tubos de hierro fundido que tenían por objetivo conducir el agua.
El hierro se fundía mediante un quemador y los tubos se soldaban con plomo. Este sistema permaneció intacto hasta la década de los 70, si bien todavía es posible seguir encontrándolo en instalaciones no relacionadas con el consumo humano.
Desde entonces y hasya la actualidad han aparecido otros materiales más modernos para el montaje de estas tuberías: cobre, PVC, polietileno de alta densidad, y otros muchos. La soldadura de plomo también ha sido sustituida por otros sistemas: soldadura de acero, estaño soldado a gas, adhesivos solventes, termofusión, mortero e incluso las uniones metálicas.
En la mayoría de países occidentales, el uso del sistema hierro fundido y plomo está prohibido, tanto para la conducción de aguas como para la evacuación de aguas residuales. A continuación repasaremos diferentes materiales para tuberías, pero avanzamos que su elección es importante, pues algunos materiales pueden ser nocivos para la salud. En el caso de estas tuberías ya prohibidas, su desgaste interno ocasiona la aparición de pequeñas partículas de plomo que, al entrar en contacto con el agua, favorecen la aparición de plumbosis, una grave enfermedad que genera problemas renales, hepatológicos y neuronales.
Tuberías de plástico o tuberías de metal, ¿cuáles son las mejores para tu hogar?
En términos generales, existen dos tipos de tuberías atendiendo al material con el que están fabricadas, las tuberías de plástico y las de metal. A su vez, cada una de estas tipologías está dividida en otras categorías con diferentes usos.
Las tuberías, aunque son elementos duraderos y resistentes, tienen una vida media de unos 15 ó 20 años. Pasado ese tiempo, si no se realiza un mantenimiento adecuado, puede llegar el momento de tener que sustituirlas si están muy desgastadas. En caso de hacer una reforma potente en la vivienda que incluya la red de saneamiento y tuberías, para escoger estos materiales debemos prestar atención a factores como: la resistencia al tiempo, el costo de instalación y preservación, la conductividad térmica, la resistencia a factores ambientales, los riesgos para la salud del material escogido y los usos que se le va a dar a la tubería.
El precio, que suele ser un factor decisivo a la hora de tomar una decisión, no es un problema a la hora de escoger entre tuberías de plástico o de metal. Las de plástico son más frecuentes para drenar aguas residuales mientras que las de metal son las más adecuadas para los sistemas de abastecimiento.
En cualquier caso, la clave para garantizar la durabilidad de la red de ruverías es el mantenimiento, de ahí que empresas como Desatascos Barcelona sea una opción a tener muy en cuenta. En esta empresa son expertos en inspección de tuberías y limpieza de sifón, situaciones de urgencia que hay que resolver cuando lo que ha habido es una actuación indebida con estos elementos.
En la misma provincia, a unos kilómetros de Barcelona, Ecodes Desatascos ofrecen desatascos Badalona. Como en el caso anterior, son expertos en todo tipo de tratamientos, tanto en el interior de la vivienda, como en el exterior, siendo especialistas en arquetas exteriores y vaciado de fosas sépticas.
Esta misma empresa, localizada en Barcelona, presta servicios en toda la provincia, de ahí que de ella se hable como Desatascos Barcelona, Badalona o Desatascos Hospitalet. Con una tecnología muy avanzada y tarifas muy competitivas, solucionan problemas relacionados con el agua a presión y ofrecen soluciones como los desatascos con cámara.
Tuberías de plástico
El plástico es un material que incluye a decenas de variedades. Las tuberías de plástico son válidas para suministrar o drenar fluidos como desechos de todo tipo y agua, así como también tuberías de ventilación.
El material más común es el PVC, policloruro de vinilo clorado, que se muestran muy adecuadas para conducir líquidos con altas temperaturas y una variación grande, altos gradientes de temperatura.
En el caso del PVC, los usos de este material son muy amplios pues su diámetro es similar al que se usa para las tuberías de cobre.
Otro material parecido es el polietileno reticulao, PEX, que por su capacidad de soportar temperaturas muy elevadas, es preferible para calderas y sistemas termoeléctricos.
Las tuberías de metal
El material metálico más común todavía hoy día es el cobre. Comenzó a ser utilizado a principios del siglo XX, pero ya de manera más popular y en masa a partir de los años 50 del pasado siglo.
Con el tiempo han aparecido otros metales más saludables y que dan menos problemas, pero no cabe duda de que las tuberías de cobre siguen siendo muy frecuentes, pues muchas empresas las utilizan en instalaciones industriales para transportar agua, energía y vapor.
El acero es otra alternativa. Es frecuente ver tuberías de este material en la construcción de viviendas, locales comerciales, hoteles... y en dispositivos contra incendios. El punto negativo de este material es que requiere un mantenimiento preventivo.
Sí es bastante común encontrar tuberías de gas manufacturadas con acero o con cobre y en ocasiones se ven tuberías de acero para el desagüe del agua o la jardinería. El acero puede corromperse con las condiciones ambientales naturales.
Una alternativa al acero es el acero inoxidable, que se usa para manejo de líquidos con mucha sal, de ahí que sea habitual en la construcción de equipos marinos o en instalaciones de litorales costeros.
La última opción son las tuberías galvanizadas, que evitan la oxidación del metal y la corrosión. Con un buen mantenimiento preventivo, los procesos de oxidación del metal desaparecen y el tiempo de vida medio de las tuberías se alarga.